-Dominic-
Tomo entre mis manos la tierra húmeda, llena de sangre derramada que apenas comienza a secarse.
Y frente a mí, un campo entero de muerte, con cuerpos siendo alimentos para los buitres.
Damien se ha encargado de querer darme caza, tal como lo hizo mi tío. La diferencia es que él deja huecos, espacios por donde puedo entrar.
Comete errores que aún analizo si son a propósito o no.
Pero hay algo en lo que no se equivoca, en la manera en que guarda cada rincón del castillo sin darme acceso a saber qué pasa dentro de esos muros.
Han pasado días, dos semanas desde que el vínculo se rompió, dejando solo un latido sordo y la ausencia de Lark.
Dos semanas que para ella pueden haber sido una tortura.
—Alfa.
—Habla Ederson.
—Tenemos informes de movimientos por parte del padre de Damien; parece que él está a cargo de eliminar la amenaza.
La amenaza. Eso es lo que ahora son las manadas que han luchado para que Alana sea liberada sin tener que derramar sangre; sin embargo, no es