~Alana~
Kyra rugió cuando sus extremidades fueron aprisionadas con cadenas de plata; yo misma grité ante el dolor que sentía.
Los recuerdos del día en que fui azotada regresaron a mí como puñales venenosos.
Ella luchaba por zafarse, queriendo llegar a los hombres que en un segundo la dominaron, pero no porque quisiera, sino por la plata que comenzaba a debilitarla.
Entre ellos, vimos a Luna Margaret junto a su compañero, ambos mostrando una mirada calculadora, fría, llena de oscuridad y planes ocultos.
—Hijo, te aconsejo que lo mejor será llevarla a las celdas…
—No, la quiero de regreso a mi habitación y ya sáquenle esas cadenas de plata.
Antes de que eso sucediera, algo picó nuestro cuello, un dolor tenue, casi irreal.
Kyra cayó al suelo, perdiendo el control, dejando que emergiera lentamente y con eso, la oscuridad volvió a atraparnos.
*****
Susurros latentes se oyen en el fondo; el humo aún vaga por mi mente, manteniendo mi juicio más que nublado.
La claridad, poco a poc