~Alana~
Ha pasado más de una semana desde el enfrentamiento con Damien y su padre. Las cosas marchan tranquilas, lentas, con la incertidumbre brillando en el rostro de muchos.
Algunas manadas no saben qué pensar: ¿cómo será el nuevo mando? ¿Cómo será Dominic como Rey?
Tienen miedo de que sea como su tío, pero yo sé que será mucho mejor.
Mis botas suenan contra el suelo pulido de la mansión donde está Walker. Me dirijo con prisa a verlo. Apenas escuché que había despertado, vine casi corriendo.
Escucho su voz en el pasillo, su risa, y eso, por mucho, hace que mi corazón tiemble de emoción. Realmente me alegra que haya podido salir con vida.
Toco la puerta ya abierta, viendo a Walker sentado en la cama, aún con la intravenosa, sosteniendo a su cachorro en brazos.
—Alana, ven, pasa.
Me adentré con una enorme sonrisa, parándome justo al lado de Edward, quien me rodeó por la cintura, atrayéndome a él.
No me negué; me recosté en su hombro, mirando el amor y la adoración que tiene W