Capítulo 45

La llegada de Maximiliano me había dejado un sabor amargo en la boca luego del dulce del champán. La alegría de la noche se había desvanecido, reemplazada por una punzante ansiedad. Necesitaba salir de allí, necesitaba aire fresco y la familiaridad de mi pequeño apartamento en Nueva York.

—Andrés —dije, tratando de sonar casual pero sintiendo la urgencia en mi voz—, ¿te importaría si nos fuéramos ya? No me siento del todo bien.

Andrés me miró con preocupación, sus ojos escrutando mi rostro.

—Claro, Clara. ¿Que tienes?— preguntó tocandome la frente para comprobar si tenía fiebre—¿Necesitas algo?

—Solo un poco de descanso, gracias. No te preocupes de más.

Elena, todavía radiante por la presencia de su hijo, se acercó a nosotros.

— ¿Ya se van, queridos? ¡Qué lástima! Maximiliano acaba de llegar— le dijo a Andrés— llévala y regresa — le ordenó.

En ese momento, Maximiliano intervino.

— ¿Ya te vas, Clara? ¿Te encuentras bien?

—Sí, Maximiliano —respondí, evitando su mirada—. Solo un poco
Kiara Medina

Holaaa! ¿que les parece la historia de Clara y Maximiliano? cuéntenme, gracias por seguir leyendo 🥰

| Gosto
Continue lendo este livro gratuitamente
Digitalize o código para baixar o App
capítulo anteriorpróximo capítulo
Explore e leia boas novelas gratuitamente
Acesso gratuito a um vasto número de boas novelas no aplicativo BueNovela. Baixe os livros que você gosta e leia em qualquer lugar e a qualquer hora.
Leia livros gratuitamente no aplicativo
Digitalize o código para ler no App