Acuerdos
James tuvo que apretar los labios para contener la risa cuando vio a su jefe tomar una inhalación profunda mientras parecía contar en su mente para calmarse. Alexander asintió, entendiendo que no era el momento para insistir. Su mente aún daba vueltas a lo sucedido, a la sensación de terror que había invadido su pecho al saber que ella había estado en peligro. Algo dentro de él le decía que este incidente no era aislado, que había algo más grande, oscuro, en juego. Pero, en ese momento, su única preocupación era Helena.
Sin pensar en las consecuencias, la atrajo hacia él, envolviéndola en sus brazos con la desesperación de no querer perderla, de no querer que algo la lastimara.
- No me vuelvas a hacer eso. - dijo en voz baja, más para él que para ella. La adrenalina aún lo recorría, pero ahora hab&i