Mundo ficciónIniciar sesiónOriana seguía incrédula de lo que el alfa le decía. Ella, que toda su vida había estudiado ciencias médicas, jamás vio un caso de una especie distinta a la de ella. Sonrió con arrogancia y dijo:
—Bien, te creo ahora mismo… si me indicas la salida. Debo volver a mi hogar. He estado en un turno doble y necesito descansar. Además, mañana tengo cirugía programada y…
Ilai la miró serio y contestó con voz baja y firme:
—Lo siento, creo que no me di a entender bien. Usted no volverá.
Oriana sonrió desafiante, los ojos brillando con pura rebeldía.
—Querido, aún no ha nacido el hombre que pueda detenerme. Intenta meterte en mi camino y verás lo que te pasa.
Sin más, se levantó del asiento y e







