Andrei
Época actual
La máscara que tantos años había intentado llevar puesta comenzó a resquebrajarse. Mis invitados no entendían qué pasaba, pero no me molestaría en explicárselos o inventar una excusa hasta asegurarme de que todo siguiera en orden.
«Tiene que estarlo, la vida de muchos depende de ello», pensé mientras me soltaba del abrazo de Sonia, tras decirle que tenía un asunto urgente que atender. Por suerte, ella no reaccionó con escándalo, sino que mantuvo la compostura. En ese momento, pensé en lo acertado que había sido elegirla como mi esposa. Ella siempre haría lo posible para mantener nuestra imagen de pareja perfecta y sería convincente con los invitados.
Mientras conducía el auto del chófer, al que le había arrebatado las llaves, llamé al guardia de seguridad. Sabía que moriría en cuanto llegara, pero por el momento lo necesitaba vivo para que me informara sobre cualquier movimiento inusual de Elise, si es que seguía allí.
—Estará ahí, claro que estará ahí, y los regres