Eva
—¿Y bien? ¿Cuándo me vas a contar qué es lo que realmente está pasando aquí? —le pregunté a Nora mientras avanzábamos por callejones de Ciudad Ónix, los más cercanos a las grandes residencias del alfa, donde yo misma me alojaba.
—Vas a tener que ser más específica. Pues muchas cosas están pasando, aunque no hay muchas que te pueda contar —dijo ella suspirando. Recuerdo que no era más que una adolescente cuando iba al castillo y se emocionaba viendo a las guerreras de Su Majestad. Iba detrás de mí como si yo fuera una superestrella y ahora era una guerrera por nombre propio. Pero lo único que no había cambiado en Nora era la fidelidad que le tenía a su hermano.
—Sabes que he lidiado con cazadores humanos antes. Sé que son malos para los vampiros, pero mucho peor para los lobos: los aborrecen. Así que puedo darles una mano con eso.
—De verdad no tenemos demasiada información. Andan deambulando y, como la ciudad también tiene humanos, es difícil controlarlos. Pero Damián está trabaja