Juliette apretó sus manos en frustración.
— No se preocupe, seguramente lo encontraran — dijo Juliette sonriendo hacia aquel hombre, sabía que el padre de Eros era un buen amigo suyo.
André observaba con gran interés a aquella humana, Juliette Lambert, la sangre caliente de sus venas olía a la de un cazador…pero había algo más allí que no lo dejaba tranquilo, Eros y Juliette, eran hermanos, no lo dudaba, el adonis de cabellos negros era, además, algo más que un cazador, solo los viejos como el conocían la verdadera naturaleza de ese hombre, Eros mantenía una batalla interna contra el mismo debido a los complejos que le ocasionaba el ser lo que era…Juliette por otro lado, no se permitía vivir momentos como una mujer normal, la habían criado encerrada, ajena al mundo y a todo lo que los rodeaba…no podría culpar a Pierre, su padre, sin embargo…los pobres niños no tenían ninguna culpa, aun así, pagaban por los errores de su viejo amigo…Adam los había condenado sin desearlo a una vida dolo