Caminando hacia esa nueva alcoba pudo ver que esta, era la habitación de un niño, había una cama para mascota apostada junto a la cama del menor desconocido, además, pudo notar los tubos de ayuda que se habían instalado junto a esta, esos aposentos estaban adecuados para el uso de lo que bien podría ser una silla de ruedas…acercándose a la pared que se hallaba junto a los ventanales que daban una buena vista hacia los jardines, pudo ver un nombre que parecía haber sido tallado en esta.
— Juliette — leyó en voz alta el cruel adonis.
Saliendo de la habitación y dirigiéndose de nuevo hacia el salón donde se hallaba aquella pintura guardo silencio…sus pensamientos comenzaban a atormentarlo…recordando los hermosos ojos de Juliette Lambert una mueca dolorosa se dibujó en su hermoso rostro…aquello no podía ser posible…simplemente no podía ser posible, pero no podía negar el aterrador parecido que compartían la chica rubia a la que deseaba para sí mismo y la mujer que le devolvía la mirada en