BRANDON
Ver cómo Emilia se largaba de mi vida con toda la furia hacia mí, me hizo reflexionar sobre mi vida en general.
No la quise perseguir porque tenía la cabeza caliente y yo estaba con el temor en su nivel más alto porque no la quería perder. Entendí que el dolor de cinco años de haberla ignorado hacía que se cerrara a la posibilidad de hablar conmigo.
Tenía que hacerlo de otra manera. Y para eso me tenía que preparar, porque no estaba dispuesto a que esta guerra sucia en contra mía y de Emilia siguiera creciendo. Quien quiera que estuviera detrás de todo eso, conocería el infierno.
Me subí al auto en contra de mi voluntad y me fui directo a la oficina, pues desde ahí pensaba planear mis siguientes movimientos. Ni de co**ña iba a perder a Emilia.
No sabía quién estaba haciendo esto, pero si de algo tenía la certeza, era de que Emilia era la nueva prioridad en mi vida, y no tenía planeado perderla.
*
El teléfono rebotó contra la pared. No por accidente. Lo lancé con todas mis