BRANDON
No había terminado de colgar la llamada con Olivia cuando una notificación iluminó la pantalla de mi celular. El remitente: Martel & Asociados. Sentí un escalofrío recorrerme la espalda, como si ya supiera lo que estaba a punto de leer. Deslicé el dedo con torpeza, con un nudo en la garganta, y abrí el correo.
Asunto: Inicio formal del proceso de divorcio
Emilia Ricci vs. Brandon Moretti.
El mundo se detuvo. Mis ojos leyeron cada palabra, pero fue mi alma la que se quebró en mil pedazos. Estaba viendo ante mis ojos, por segunda vez, la palabra divorcio.
“Por medio de la presente se le notifica formalmente al Sr. Brandon Moretti que la Sra. Emilia Ricci ha iniciado el proceso legal para la disolución del vínculo matrimonial vigente, bajo las causas de abandono emocional, humillación pública y daño moral.”
Tragué saliva. Me costaba respirar. El correo adjuntaba una copia del documento con la firma de ella. Esa misma firma que tantas veces vi en la esquina de guiones, notas, tarj