DOMINIC
La había cagado en serio.
Sabía que si le contaba a Fawna lo que había hecho, no solo estaría de acuerdo conmigo, sino que probablemente me daría una buena bofetada por semejante estupidez. El beso en el baile ya había sido bastante tonto, pero lo que pasó esa noche fue aún peor.
Pero, para ser sincero, mis errores habían empezado mucho antes. Empezaron casi en el momento en que la vi parada en la puerta de mi ático.
La cosa había empeorado durante las últimas semanas y culminó anoche. En el momento en que la tuve en mis brazos, supe que había cometido un error. Encajaba perfectamente, como si estuviéramos hechos el uno para el otro.
Ese beso accidental que no fue tan accidental como yo lo hacía parecer… si tan solo no lo hubiera hecho, tal vez todo habría estado bien.
Pero me dije que si la probaba, si saboreaba esa boca dulce, vería que no era tan dulce, que no era todo lo que esperaba, lo que pensaba… Y tenía razón.
Era más.
Solo sexo.
Se equivocaba. Yo había tenido mucho s