5. LAS IRREGULARIDADES

Alexander entró en aquel restaurante de una de las avenidas principales, y más importantes de la ciudad. Como a todo lugar donde Alexander Dixon entraba; ganó algunas miradas curiosas.

 

En una mesa alejada, con bastante privacidad, se encontraba Ana Bell. Quién al notar la presencia de su ex prometido, puso en marcha su plan.

 

— Es toda una alegría verte de nuevo, Alexander —dijo Ana poniéndose de pie, con una sonrisa jovial— Me ha alegrado que hayas aceptado mi invitación.

 

— Toma asiento —respondió Alexander secamente.

 

Aunque la razón principal de aceptarle la invitación a Ana fue su esposa, aún, en el fondo de sus pensamientos había muchas preguntas queriendo abordar un único tema; ¿por qué me dejaste?

 

— Tu proyecto sobre la innova, me ha interesado mucho —habló Alexander con sinceridad.

 

El tema del aquel proyecto que estaba por iniciar de las manos de Ana Bell, podría beneficiar directamente a la empresa de su esposa, Verónica. Alexander sabia que los científicos que Ana manejaba eran de los mejores, pues las innova que han ejemplificado hasta este momento, todas han mejorado.

 

— Sabía que te gustaría —Ana colocó suavemente su mano arriba de la de Alexander, haciendo su primer movimiento— Me he esforzado para ser igual que tú, Alexander. Todo este tiempo jamás he dejado de pensar en ti.

 

Alexander retiró la mano después de unos segundos, en su momento, había ansiado el toque de Ana, pero, ahora algo habia cambiado. Su mano parecía la de otra persona. Su toque era frío, no cálido como el recordaba.

 

— No te preocupes por ello, Ana —Alexander tomó una carpeta de la mensa— ¿Son los detalles?

 

Aunque estaba intentado mantener esta reunión, como cualquier otra, no estaba funcionando. Su mente procesaba la misma pregunta pero dicha de muchas formas diferentes.

 

La ruptura qué tuvo con Ana hace un año, había sido algo nuevo para él. Nunca había sentido un desconcierto en la vida, jamás algo no había salido como el hubiese planeado. Ana sin darse cuenta hizo mucho con irse, tambaleó su mundo.

 

— Si, allí están los detalles de nuevo proyecto de Innova —Ana logro soltar una pequeña lagrima— De verdad me duele la forma en que me estas tratando en este momento, Alexander. ¿Es por ella? ¿Tu sustituto?

 

 

— ¿De qué me estás hablando? ¿Quieres exigir algo cuando has sido tú la que se fue sin dar explicación alguna? —Alexander habló sin emoción, luchando por mantener su versatilidad y profesionalismo.

 

Ana abrió los ojos impresionada. Nunca pensó que Alexander Dixon pudiera verla de esa forma, la misma manera en que Alexander observando a todo el mundo; una mirada fija, fria... inclinando levemente su cabeza, una clara señal de superioridad para los ojos de Ana.

 

Ana cayó en cuenta que lo estaba perdiendo, asi que volvió a tomar su mano y se acercó. Sus ojos se volvieron rojos, sus mejillas y nariz se tiñeron de un carmesí.

 

 —No tuve opción. Quedarme significaba matrimonio, hijos... Te amaba, pero no estaba lista para ser solo 'la esposa del CEO'. Era una oportunidad única.

 

Alexander desconfió de su respuesta, parecía tan ensayada que... no creía en lo que salía de la boca de Ana. Ana ahora mismo parecía una desconocida para él, después de todo; el daño ya estaba hecho.

 

— Ahora eso no tiene importancia. Revisaré los detalles del proyecto y te haré llegar una propuesta, Ana —dejó pasar tres segundos antes de añadir; es bueno que hayas regresado.

 

Ana tomó esa pequeña oración como algo de esperanza para ellos. Así que sonrió tímida, volvió a tomar su distancia y miró al horizonte pensando; ojalá las fotos hayan salido claras.

 

— Me retiro por ahora, tienes mi número personal para cualquier cosa, Alexander. 

 

— Por correo está bien.

 

Ana rió, había olvidado lo frío que es tratar con Alexander Dixon. Se despidió con un leve apretón de mano, contenta salió de aquel restaurante. Ana sabía y se había encargado que todo el mundo se enterará de su regreso, así que sabía que una fotos con Alexander haría que todo cayera a su lugar.

 

Ana siendo esposa de Alexander, así lo había planeado.

 

Por su parte, al abrir los documentos con los detalles, Alexander notó irregularidades casi de inmediato. Un don que Alexander tiene, es analizar datos de forma rápida, estos no coincidan de ninguna manera. Así que pagó la cuenta y se dirigió a su oficina para indagar.

 

Después de unas horas indagando, Alexander se había dado cuenta de dos cosas; por alguna extraña razón, había conexiones entre la empresa de Ana y el colapso de la empresa farmacéutica de Verónica.

 

 

— Aquí hay algo —habló Jorge enviándole mas documentos a Alexander— La caída qué hemos presentado, hay conexiones con esa empresa.

 

Alexander abrió la información. Este presentimiento que tuvo, esa corazonada lo estaba llevando a descubrir una red fantasma. Por alguna razón el problema, asi como un virus troyano a una laptop, parecía prevenir de la empresa de Ana Bell.

La pantalla de Alexander se iluminó con nuevo mensaje de Ana;

 

《Quisiera que tuvieras tiempo para mañana ir al Hospital King, podrías ver el funcionamiento de nuestros equipos y pensar en el proyecto, creo que es una buena forma de iniciar relaciones… laborales》

 

Alexander solo pudo pensar que justo en ese hospital, trabaja su esposa.

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