— ¿Señora?

Mientras Verónica se encontraba pensando que alguien quería entrar a su casa por los momentos que vivió, un hombre que la conocía le hablaba desde la puerta.

— ¿Señora Dixon? —volvió a preguntar dando leves toques a la puerta.

Eric Gasp, un ciudadano argentino, que había sido contratado personalmente por Alexander como guardaespaldas de Verónica, se encontraba intentando comunicarse con ella.

Había escuchado sonidos raros, por lo que quería verificar la seguridad de la esposa de su jefe. Alexander había sido muy claro en que le importaba demasiado que no le pasase nada.

— Soy Eric Gasp —se presentó— Guardaespaldas contratado por el señor Dixon, señora.

Eric habia pensado en presentarse porque Alexander no lo habia hecho. Así que pensó que a lo mejor ella no estaba al tanto de la situación.

Un sonido sordido se escuchó después de unos segundos más. Por lo que Eric tomó la decisión de entrar, solo para encontrarse a Verónica Dixon desmayada en el suelo.