El hospital King es un hospital privado que recibe a muchas personas adineradas. Pero nunca antes una flotilla como la de Alexander Dixon había llamado la atención.

Alexander llegó con seguridad privada y además un ambulancia a otro hospital privado. Bajando de su auto con escoltas, llamando la atención de todas las personas.

– Verónica Cox —le dijo a la recepcionista.

La mujer conocía a Verónica, pero no entendía porque este hombre venía a verla.

— Está en la habitación 202, señor Dixon.

Alexander no pidió indicaciones para llegar. Sabía que habitación era. La misma donde su madre había tenido cuando estuvo allí.

No tocó la puerta, no preguntó con quien estaba, solo quería tomar a su esposa y llevarla a otro hospital. No volvería a cometer el error que pasó con su madre.

Pero, al abrir aquella puerta se encontró con los ojos de Levi King.

— ¿Estás bien, Verónica? —preguntó Alexander ignorandolo.

— Solo ha sido una contusión por la caída, debo estar en reposo