10. CELOS Y SOLEDAD.
— ¿Estás bien? —preguntó Levi preocupado.
— Si, solo he tenido un día ocupado. No te esperaba hoy.
Verónica tomó asiento en su escritorio. Su dolor de cabeza con todo lo que estaba pasando, estaba en aumento.
— Solo quería verte. ¿Tienes planes para la cena?
— Si, he quedado con Sonia.
Levi sabía lo difícil que podía ser Verónica, asi que solo sonrió.
— ¿Ya tienes abogado para tu divorcio? ¿Tienes problema con ello?
— Lo tengo. Sonia me ha recomendado uno, de hecho, ya hemos hecho una finalización de contrato, pronto se la enviaré a Alexander, creo suponer que no tendrá problemas con ello.
Levi conocía desde hace años a Verónica, la conocía tanto que lo que veía no le agradaba.
— ¿Estás segura que no sientes nada por Alexander Dixon? pareces demostrar lo contrario.
— Aunque diga lo contrario. Su amor del pasado ha vuelto y parece querer retomar las cosas con ella. No voy a provocar una escena ni algo parecido, no soy así. Ahora mismo tengo otros pendientes que arre