"Janet, no puedes estar hablando en serio, ¿verdad? Estás bromeando, ¿no?" Liam rió incómodo. "Está bien, este no es el momento para bromas, ¿de acuerdo? Vamos, di lo que siempre has querido decirme."
Janet suspiró y se mordió el labio. "¿Quieres que diga lo que siempre he querido decirte?" preguntó, y él asintió. "Está bien, lo diré," sus ojos se encontraron con los de él. "Te estoy muy agradecida por todo lo que has hecho por mí, Liam. Cuando no tenía a nadie, estuviste a mi lado y me acogiste. Me hiciste alcanzar mis sueños de convertirme en una doctora exitosa. Todos estos años he confundido la gratitud con el amor. Lamento decírtelo ahora, pero no te amo, Liam. Nunca te amé," mordió su labio inferior, cada una de sus palabras atravesando a Liam como un cuchillo. "Claro que te cuidaba y me gustabas, pero no te amaba de manera romántica. Pensé que sí lo hacía, pero resulta que solo estaba actuando conforme a tus sentimientos porque no quería hacerte daño; porque te veía como mi sal