Maximiliano tomó mi mano y se la llevó a los labios, yo era la mujer más feliz del universo.
— Por el contrario, Don Fernando, es un honor para la familia de Castilla, que una familia tan importante como la suya, haya aceptado que mi hermano Don Maximiliano, despose a su única hija, tenga la seguridad de que será tratada como una reina, es lo menos que se merece. — Iván habló en nombre de la familia de Castilla y como representante de Max.
La música comenzó a sonar con un maravilloso vals vienés y mi prometido me tomó por la cintura, por primera vez ante la vista de todos los invitados, todas las mujeres me miraban con envidia, algunas de las mujeres de mi edad, estaban ya casadas y la mayoría de ellas, con hombres mucho mayores, ya que una mujer, no tenía oportunidad de elegir a su marido, sino que debía obedecer a sus padres y casarse con quien ellos decidieran, le di gracias a dios porque mis padres, hubieran elegido a Maximiliano para mí.
Mis ojos no podían dejar de mirarlo, yo sa