Capítulo 55

Era domingo y mi último día libre, porque al día siguiente tendría que iniciar con mi nuevo trabajo, así que tenía ganas de salir y de ir a la ciudad a dar un paseo; Llamé a Lola para ver si querría acompañarme, pero Zazil me dijo que había ido al hospital a ver un paciente grave.

Decidí darme una ducha y pedir una seguridad que me llamaran un Uber, pensé en desayunar en algún lugar de la ciudad.

Entré en el baño y puse música que tenía grabada en mi celular y comencé a bailar, mientras me desnudaba para meterme a la ducha, me sorprendí cuando vi a «Maxi» mirándome atentamente, e inexplicablemente, sentí mucha vergüenza, lo saqué del baño y cerré la puerta, después me reí de mi misma por haberme sentido cohibida por un perro.

Me llevé una gran sorpresa al darme cuenta que mi conductor, era nuevamente Iván, se bajó del auto y me abrió la puerta del copiloto.

— ¿Me permite señorita? Es un placer para mí ser nuevamente su conductor—dijo con la sonrisa más encantadora de su repertorio.

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