Miré a Laura, quien me sostuvo la mirada de una forma altanera y con un aire de triunfo, como si hasta apenas hace una semana no hubiéramos sido casi hermanas, Lola se dio cuenta de lo que estaba sucediendo así que apretando fuertemente mi mano se adelantó a mi madre y contestó.
— ¡Mucho gusto Doña Hipólita! Encantada de conocerla, mi nombre es Lo… Dolores de Castilla, soy cuñada de don Maximiliano y me estoy hospedando en el palacio de Icazar, ya que pronto los de Castilla y los de Icazar, seremos una sola familia, así que yo creo que usted debe estar confundida, Don Maximiliano es todo un caballero, y seguramente han malinterpretado sus intenciones.
— ¡Será mejor que volvamos al palacio! — dijo mi madre tajante — No tiene caso seguir escuchando necedades, que Dios las bendiga.
Mi madre dio la vuelta y comenzó a caminar, estaba furiosa por la actitud de su amiga, y también quizás con Maximiliano por haber provocado aquélla confusión, pero se manutuvo callada y no volvió a habla