Me despierto de golpe en la cama. El dolor de cabeza se siente hasta la nuca y de regreso. Me quedé dormida sin poderme cambiar de ropa siquiera, solo pude cubrirme con la mitad de la cobija.
Me levanto de la cama un poco aturdida, necesito una pastilla o algo. Me asomó al baño y el reflejo que me da me entristece, estoy hecha un desastre con el maquillaje corrido, los ojos hinchados y el cabello todo esponjado. Encuentro unas aspirinas efervescentes, eso me ayudará por el momento.
Me las tomo junto con una botella de agua y me meto directo a la regadera. Son las ocho de la mañana, apenas tengo tiempo de arreglarme para irnos de regreso a la ciudad. Dejo que caiga el agua tibia sobre mis hombros, y me empiezo a relajar. Veo el collar que me regaló Armando anoche, y siento cómo se oprime mi pecho.
Si tan solo esto fuera tan sencillo... ¿En qué momento mi vida se complicó tanto?
Me visto rápido, pantalón de mezclilla, una playera blanca y las sandalias abiertas que compré ayer. Esto me