Si cruzamos esta línea, Adrián, no habrá vuelta atrás.
Punto de vista de Adrián.
Vi a Catalina salir de mi oficina con el corazón latiéndome con fuerza y la mente a mil por hora. Ese maldito guiño me dejó completamente desconcertado.
Por un momento, me quedé paralizado, mirando la puerta mientras se cerraba detrás de ella.
¿Qué acababa de pasar?
Me pasé la mano por el pelo, tratando de calmar la tormenta de emociones que se agitaba dentro de mí.
Catalina Torres siempre había sido hermosa, inteligente y segura de sí misma. Pero hoy... hoy era algo más.
Había entrado en mi oficina con ese poder silencioso, vestida con ese vestido rojo en el que no podía dejar de pensar. Sabía exactamente lo que estaba haciendo.
Y se quedaba.
Exhalé un largo suspiro y me recosté en mi silla. El alivio que me invadió fue abrumador.
No podía negar lo mucho que me afectaba su presencia, lo mucho que había temido la idea de que se marchara.
Pero la forma en que había vuelto hoy... no se trataba solo de quedarse por el trabajo. Había algo más, algo tácito qu