Te quiero, Catalina.
Punto de vista de Catalina.
Tragué saliva con dificultad, sintiendo el peso de la conversación que estaba a punto de tener. «Tengo que ser sincera contigo, Adrián. Sobre todo».
Él se quedó en silencio, con la mirada fija en mí mientras me acercaba a su escritorio. «Llevo mucho tiempo reprimiéndome. He tenido miedo de mis sentimientos hacia ti».
«Y los he estado evitando por... bueno, por todo. Tu edad, tu compromiso, la forma en que mi hija me verá, la forma en que me tratan personas como Vera y Liliana. Pero no puedo seguir fingiendo que no hay nada entre nosotros».
Los ojos de Adrián se oscurecieron, y una mezcla de sorpresa e intensidad se apoderó de su rostro. «Catalina, yo...».
«Déjame terminar», le interrumpí, con la voz ligeramente temblorosa. «Sé que estás comprometido y sé que eso complica las cosas».
«Pero ya no puedo negar lo que siento. He pasado demasiado tiempo anteponiendo la felicidad de los demás a la mía, y me merezco más que eso. Me merezco ir tras lo que quiero».
Su