Seduciendo al prometido. 2
Owen condujo hacia uno de los parques más cercanos a la residencial donde vivían, tenía ganas de publicar una foto de Edneris en todas sus redes sociales y poner en mayúsculas que era su prometida, pero era consciente de que eso les traería problemas, sobre todo a ella, porque todos los ataques se dirigirían a su persona por haber salido un tiempo con su hijo. La relación de ambos provocaría opiniones divididas si se enteraran de sus respectivas historias, pero estaba claro que ninguno de los dos vivía pendiente del qué dirán.
— ¿En qué piensas? — la voz de Edneris lo sacó de sus pensamientos.
— Estaba tratando de decidir si se me antojaba más un helado o un frappe. — sonrió mientras giraba el volante para estacionarse.
— Yo tengo muchas ganas de un helado de limón y mora. — metió su cartera en el brazo.
— Espera a que yo te abra la puerta, hay ciclistas que no respetan, no quiero que te atropellen. — comentó mientras miraba por el retrovisor del lado de ella.
Edneris esperó en el aut