Nueva etapa. 1
Edneris despertó en una cama que no era la suya. Entreabrió los ojos viendo todo nublado hasta que la vista se le aclaró; las cortinas color crema apenas dejaban pasar la luz de un nuevo día. Estiró el brazo tocando la almohada a su lado y comenzó a preguntarse dónde estaba Owen y cómo había hecho para subirla cargando hasta el apartamento sin romperse la espalda, porque ella pesaba mucho más que cuando se conocieron. Pero aquel pensamiento se desvaneció pronto, sustituido por la felicidad: por fin estaban en Seattle, lejos de aquella familia espantosa. No pudo evitar sonreír ampliamente mientras estiraba los brazos hacia arriba.
— Buenos días, mi preciosa princesa… — Owen entró al cuarto con una sonrisa cálida — Qué lindo poder verte así de contenta ¿A qué se debe? — preguntó, sentándose a su lado en la cama.
— Buenos días, mi viejo sabroso… — respondió ella, recostándose de lado y sonriendo aún más— Mi sonrisa se debe a que, por fin, estamos juntos; a que no volveremos a estar cerca