Nueva etapa. 2
Edneris se quedó en el centro comercial mientras Jake llevaba las bolsas al auto, antes de entrar a la última tienda había visto una que rebosaba papelería kawaii, y como llevaba tiempo pensando en comprarse otra agenda, aprovechó la oportunidad. Sabía perfectamente que no saldría solo con eso —su amor por los artículos de papelería era casi una debilidad—, pero aun así cruzó la puerta con una sonrisa.
Apenas entró, se volvió loca con todo lo que vio en aquella pequeña tienda: colores pastel, estantes repletos de libretas y cientos de adornos diminutos que parecían susurrarle “llévame”. Sin pensarlo dos veces, tomó una cesta y se detuvo un momento para decidir por qué pasillo empezar, eligió el de la derecha.
Ojalá Owen la hubiera llamado en ese momento para frenarla un poco, pero no fue así, terminó eligiendo la agenda más bonita —aunque eso le costó bastante, porque todas eran hermosas—, varios lapiceros, gomas con olor, lápices decorados, cintas correctoras, cuchillas en forma de n