Mundo de ficçãoIniciar sessãoAllyson Castillo había perdido la memoria y tenía la sensación de un vacío enorme en su corazón mismo que se relacionaba con los sueños recurrentes con un guapísimo extraño. El cual se materializó frente a ella en la vida real diciendo que estaba casado con ella. Ahora era esposa de un desconocido, uno que no recordaba, alguien a quien su cerebro borró, aunque el resto de ella parecía reconocerle. Un extraño que estaba decidido a no dejarla ir y sobre todo a vengarse por todo lo que ella le había hecho.
Ler maisFabricio está en serios problemas – Decía Máximo mientras caminaba por la playa con Allyson tomándola por la cintura y sin el menor atisbo de querer soltarla, sin importarles el agua de la lluvia que caía sobre ellos de manera intermitente. Y ¿eso por qué? – Le dijo ella sonriéndole de tal manera que lo dejó sin aliento ¿Cuánto hacía que no veía esa maravillosa sonrisa? ¿Qué no veía su rostro y su mirada en paz? ¿Qué no veía ese amor en sus ojos? Tragó saliva y la observó con más intensidad. - ¿Máximo? – Preguntó ella sonriendo divertida al ver que él se había quedado en blanco. ¿Qué decías? – Preguntó él sin seguir ya el hilo de la conversación, perdido de nuevo en ella. Que por qué razón Fabricio está en serios problemas. – Eso lo devolvió un poco a la realidad. Por que permitió que te enfrentaras a William tú sola. – Le dijo ceñudo. No tenía opción y creo que eso lo sabes. – Repuso ella. – Era yo la que se tenía que encargar del asunto y zanjarlo de manera definitiva. Puedo dec
Ella le lanzó una mirada fulminante y salió precipitadamente de allí dejándolo atrás. En cuanto salió de la villa echó a correr, esperando que el viento que sentía en el rostro acabara con sus deseos de echarse a llorar. Las lágrimas pugnaban por salir y ella furiosa por ese hecho intentaba controlarse, pero lo cierto era que no podía. Corrió hacia la playa y siguió corriendo. Sintiendo en el rostro la brisa del mar y absorbiendo el aroma salado. Una ligera lluvia empezó a caer y lo agradeció pues el agua le lavaba el rostro de las lágrimas que ya salían sin control.Corrió con más fuerza y deseó gritar. Se alejó lo suficiente como para no tener turistas o pescadores cerca y finalmente se derrumbó sobre la arena, cayó de rodillas y lloró sin ninguna contención como un animal herido. Nada había salido como ella había esperado. Nada. Máximo estaba allí, la había seguido. Quizás para comprobar que ella si le era infiel, quizás la había seguido por que, a pesar de todo, el deseo que sentí
¡Por favor no! – Gimoteaba ese bastardo. Dame una buena razón para no hacerlo. – Le decía ella. ¿Cuál? – lloraba angustiado. - ¿Qué quieres? ¿Qué es lo que quiero? Ya nada me importa, no quiero nada, excepto verte tres metros bajo tierra. ¡Lo siento! ¡Lo lamento! ¡Perdóname! – Decía mientras se desplomaba al suelo llorando como un cobarde. – Solo pensé en arruinarles la vida a ambos porque la mía sin ti no era nada. Nunca fui tuya, de ninguna de las maneras. Lo sé y eso siempre me destrozó… El control que le había visto Máximo a Allyson ya la estaba abandonando y si antes no quería matarlo y solo asustarlo, era obvio que ahora era en lo único en lo que pensaba. Tenía los ojos brillantes de lágrimas contenidas y empezaba a temblarle la mano. Por el rabillo del ojo vio movimientos de un arbusto cercano y con gran furia se dio cuenta de que se trataba de su abuelo. ¡Él sabía de qué iba todo esto! Pero inmediatamente se concentró en Allyson. ¿Qué razón hay para no apretar el gatill
¿Quién es ella? – Preguntó Ada no gritando, pero furiosa.Lo que nunca serás tú. – Respondió también furioso William y después de decirlo recibió en la cabeza una lluvia de comestibles de la bolsa que Ada cargaba y que esta de buen agrado se los lanzaba. No pudo esquivarlos todos. Ada se alejó jurando venganza y mirando a Allyson con una rabia terrible.Al fin solos. – Dijo Allyson con sorna.Sí…así es… ¿tú? ¿Cómo es que estás aquí? ¿se trata de una casualidad?No creo que seas tan ingenuo como para pensar eso. Te localicé William, te rastreé como el animal que eres. – Le espetó acercándose un poco y logrando que él retrocediera un paso.¿A que has venido?¿Acaso no te lo imaginas? – Siseó Allyson.¿Tu marido está aquí? - Preguntó con el miedo en el rostro.Sólo yo estoy aquí. Pero créeme es más que suficiente.Así que te dejó ¿eh? ¡lo sabía! – Dijo con el rostro encendido de la emoción.Él creyó todas y cada una de tus mentiras. – Dijo ella amargamente.Tenía que hacerlo, fui muy cui
Jaquie contuvo una exclamación. Allyson no era así, ella era un cielo de mujer no era violenta, pero hablaba muy en serio y sabía que no lo decía solo por decir. Debía de estar sufriendo mucho y eso la enfureció de igual forma a ella.Querida mía. – Dijo con ternura y persuasión Fabricio comprendiéndola y temiendo en parte la reacción que ella tuviera cuando se enfrentara a William. – No arreglarás nada exaltándote o matándolo, además no es la única manera en que podría pagar todo lo que ha hecho.¿Entonces como? ¡dime como! Juro que quiero saber como.Quizás haya una manera. - Dijo Jaquie con una sonrisa. - He estado investigando a William y al parecer no ha desaparecido solo por la furia de Máximo.¿Por qué más podría ser? – Preguntó Allyson.Un buen amigo que tiene una agencia altamente reconocida de investigación me ha hecho este favor. Le pedí averiguara sobre los motivos de la desaparición de William, en cuanto tú me contaste todo hace unos días. Claro, sin mencionar lo que yo s
No diré nada. Pero yo no te he visto ¿ok?okDicho eso Jaquie se alejó por donde había llegado corriendo como el viento y dejando a su paso algunas bocas masculinas abiertas. Stefano se debía dar prisa si quería recuperar a esa mujer pensó Máximo, aunque él dijera que no quería nada con Jaquie, la realidad era que no aceptaba que sí la quería en su vida. Quería explicaciones acerca de lo que supuestamente Jaquie le había hecho. Explicaciones que pedía mucho tiempo después, no tenía lógica. Lo único que se podía pensar es que había llegado a su límite y quería tenerla de nuevo. Las veces que Máximo había visto a la mejor amiga de Allyson se había dado cuenta que no era cualquier mujer, y él mismo dudaba de lo que la acusaba Stefano. Qué ironía, él dando consejos sobre eso, cuando había acusado a Allyson sin detenerse a analizar nada, se sentía el más miserable de los hombres. Y en esos momentos se sentía con unas ganas terribles de ir por Allyson y desaparecer con ella, si con eso, tam





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