De camino a la empresa, me quedé mirando por la ventana, intentando poner mis pensamientos en orden.
— En la hora de comer, paso a recogerte y vamos a hacerte la prueba — dijo él, firme, como si ya lo hubiera decidido.
Puse los ojos en blanco y negué con la cabeza.
— No, Diogo.
Él soltó un suspiro pesado.
— Alice, es solo para salir de dudas.
Me giré hacia él, intentando mantener la calma.
— Tienes cita con Fernanda a las 13h. No nos dará tiempo.