Ava Hills.
—Disculpa que interrumpa tu labor— Mi padre me miró como analizando mi semblante.
Yo permanecí sentada frente a mi máquina de coser, intentando concentrarme en los detalles de un vestido que había estado diseñando.
—Tú nunca me interrumpes,más bien dime,¿Pasó algo?
Le bajé el volumen a la música para poder escuchar bien a mi papá,pero él me respondió una pregunta con otra.
—¿Qué has decidido sobre ir a Francia?
—Padre, he pensado que no tengo que andar huyendo; además, no creo que Liam me vuelva a molestar —le dije mientras pasaba mi mano sobre una tela suave de color rosa.
—Yo tampoco lo creo, hija —respondió mi padre, la seriedad de su rostro lo dice todo —.
Según datos de mi informante, el Alfa regresó a su vida habitual y hace fiestas y banquetes con odaliscas. Mira esta foto que me mandó —. Se inclinó hacia mí, mostrándome una imagen en su teléfono.
Era una joven saliendo de la habitación de Liam, cabello largo y ondulado que caía sobre su elegante silueta de siren