Ava Davis.
Hay momentos en los que pienso que ya es el final,sin embargo me sorprende que me sienta aliviada.
Me levanto de la cama con la ayuda de Brad.
—Dicen que algunos enfermos se mejoran para luego morir —murmuré, tratando de hacerme a la idea de lo que pasaba con mi salud. Mi voz tembló al pronunciar esas palabras, mientras mis ojos se posaban en las flores recién colocadas en mi habitación.
—Ese no será tu caso —respondió él, un poco irritado por el pesimismo que se escurría entre mis palabras. No lo podía culpar; en realidad, no tenía más remedio que mantener la esperanza a flote.
Solté un suspiro nostálgico. La tristeza se aferraba con fuerza en mi corazón.
Aunque ese día parecía dar muestras de sanidad,algo dentro de mí me gritaba que algo seguía mal,lo que me causó melancolía.
—Brad, quiero visitar la tumba de mi madre —dije de pronto, sintiendo cómo la necesidad de estar allí crecía dentro de mí.
Él se detuvo y me miró con ternura, como si intentara leer mis pensamient