Liam Jones.
Regresaba de la delegación después de declarar lo que sabía sobre el caso de Ava.
Fui un momento a mi oficina para ultimar unos detalles.
Pensé que tardaría más en la indagatoria.
El inspector había sido claro: “Es posible que te volvamos a llamar”.
Esa posibilidad me hacía sentir incómodo, porque estaba decidido a mantenerme alejado de todo lo relacionado con ella.
Había pasado bastante tiempo desde que nuestras vidas se separaron y no tenía intención de volver a abrir viejas heridas.
Mientras caminaba hacia mi escritorio, las imágenes de Ava permanecían presentes en mi mente.
Su risa, sus ojos brillantes de emoción, incluso su energía inconfundible.
Fue imposible no pensar en eso cuando Brad, mi amigo, me informó:
—Oye, Liam. ¡Qué bueno que te encuentro! Ava está de vuelta.
Mi reacción fue instintiva. Solo encogí los hombros y disimulé un desinterés que por dentro no sentía del todo.
—Bueno, tal vez vino a ajustar cuentas con los Davis.—respondí, tratando de sonar indife