92. Traición bajo las luces.
Narra Lorena.
No pasan más de cinco minutos desde que vuelvo a cruzar la puerta del bar cuando Candy aparece a mi lado, como si hubiera estado acechando desde las sombras, esperando el momento justo para abalanzarse.
—Che, Linda —dice, bajando la voz, con una mirada que intenta parecer cómplice—. Me enteré de algo... y creo que deberías saberlo.
Me obligo a mantener la expresión neutra, a no dejar que el pánico que me muerde las entrañas se asome en mi rostro.
—¿Qué cosa? —pregunto, apagando el cigarrillo contra el borde oxidado de una mesa.
Candy se acerca aún más, invadiendo mi espacio personal, con ese perfume dulce y barato que me revuelve el estómago.
—Hay... hay tipos afuera —susurra—. Están preguntando por una mina que se parece mucho a vos. Dicen que es peligrosa... que es una asesina.
Finge estremecerse, abrazándose los codos.
—Yo no dije nada, lo juro —agrega, clavando esos ojitos pintados en los míos—. Pero si te ven acá, te van a llevar. Tenés que irte. Yo... yo te puedo a