KIra
Estoy tan sola, adolorida y aburrida que empiezo a hacer un dibujo en una servilleta, para calmar mis nervios.
No soy tan buena dibujando como Liah, Emma o Carlos, pero lo intento. Aún recuerdo los dibujos que me hacía y sus planes, ¿será que Liah le contó cómo llegaron sus dibujos a su empresa? No lo creo, además, ¿cómo va a saber ella que fui yo?
Tan lindo que es y yo tuve que echarlo a perder y lastimarlo.
Flashback
—No deberíamos estar aquí, eres una dama, alguien puede vernos y tu reputación estaría en boca de todos —menciona Carlos.
—¿Por qué te importa tanto mi reputación? A muchos no les importaría.—Lo abrazo —. Eres tan lindo y respetuoso.
—Esos son hombres, no caballeros, y tú eres una reina que hay que tratar con respeto.
Observó toda mi habitación, embelesado después de hacerlo subir por la ventana.
—Mi miel, no es buena idea. No quiero que tu papá piense mal de mí y después, cuando venga a pedir tu mano, no me la dé.
—¿Pedir mi mano? —sonrío—. Hablas con mucha segur