Mientras Dayana unía su vida al hombre que en el pasado había roto su corazón en muchos pedazos. Liliana, en Nueva York, estaba sorprendida ante el lugar al que acababa de llegar.
- Bienvenida… -dijo Theodore abriendo la puerta del copiloto.
Robert difícilmente lo veía conducir un auto, pero en esta ocasión quiso hacerlo, en realidad, no era mucho tiempo, pero Theodore, realmente tenía ganas de hacerlo.
- ¿Esto? ¿Esto es…? -intentó decir Liliana, pero las palabras no le salían.
- Sí… Liliana, sí, es Juilliard… -dijo Theo poniendo su brazo para que la chica pudiera avanzar.
- Así es, señorita Liliana, es momento de que conozca dónde va a venir a estudiar… -dijo Robert alcanzándoles sin ninguna prisa.
- Pe… Pero… Yo no tengo dinero para pagar este lugar…
- ¡Anda! Deja de estar de remilgosa, vamos dentro que ya hace un poco de frío… -dijo Theo caminando con la elegancia que solo él podía mostrar.
Liliana miraba los pasillos, era hermoso ante sus ojos, todo lucía tan bien que parecía que