Mientras Anya caminaba para abandonar aquel lugar, llevaba el alma y el corazón rotos. No era solo el hecho de que William la hubiera traicionado, la verdad era que, había una pregunta que su padre le había hecho, que no paraba de nadar en su mente.
- “¿Para esto querías tu libertad?”
A Anya le dolía reconocer que había estado haciendo todo como si de un manual de instrucciones se tratase, pero, ¿realmente estaba haciendo lo correcto? ¿Realmente para esto quería su libertad? Se la pasaba de error en error, ¿cómo podría llamar a esto vida? ¿Cómo?
Anya, al ver que Theo la esperaba mientras fumaba un cigarro, se percató de que eso era algo nuevo. Ella nunca había visto fumar a Theo.
Él tenía razón, en el pasado, ambos fueron muy rápido, no se conocían, fueron la novedad del momento y, ¿ahora qué? ¿Qué ocurrió? ¿Qué fue lo que la hizo equivocarse con William? ¿Cómo no vio la verdad? ¿Él de verdad la engaño o ella fue quien lo hizo? ¿Fue la soledad? ¿Todo lo hizo por no estar sola?
Al llega