Heinrich se quedó viendo a la mujer frente a él, ella realmente sabía cómo ser seductora por naturaleza; sin embargo, Heinrich, a través de su vida, ya había conocido a muchas mujeres como ella. Por aquella razón, cuando conoció a Dayana, esa mujer fue quien llamó su atención.
Dayana no tenía que hacer nada para llamar la atención y aun así lo hacía. La mujer frente a él tenía que exhibir su cuerpo para ser atractiva, tenía que ponerse maquillaje y cambiar de tono de voz para lograr lo que quería, eso era algo que definitivamente no le atraía.
- Señorita Montemayor, hábleme de usted, ¿Qué hace aparte de modelar? -dijo Heinrich con seriedad.
- Bueno, pues me preparo, descanso como es debido, voy al gimnasio, porque, aunque usted y muchos no lo crean, ser modelo es un trabajo de constante preparación y mucho estrés.
- Sí, supongo que lo es, eso de cuidarse debe ser estresante, comidas, faciales y todo para estar lista antes de una pasarela, supongo que es muy estresante. -dijo Heinri