Thiago, salió a donde ya había sol y este le quemó un poco los ojos, en ese momento, se dio cuenta de que había vuelto a la misma situación de hace 5 años.
No había un chofer esperándole; ¿Era presidente? Sí, pero de una compañía medianamente buena, pero casi en la quiebra, y lo único que tenía era su familia y novia.
- Señor Cedeño, ¿Gusta que lo lleve a algún lado? -pregunto Merchan sintiendo un poco de compasión por su exjefe.
- A mi apartamento, creo que le queda de paso, ¿No?
- ¡Así es…! Vamos, pensé que alguien vendría por usted.
Thiago miró a su alrededor y, evidentemente, no vio a nadie.
- Pues no, creo que nadie vendrá por mí y, puesto que no quiero quitarle más su tiempo, vamos.
Tras unos minutos en carretera, el hombre que hasta ayer era un importante CEO, hoy llegaba en el auto de su exabogado a lo que era el apartamento que compartiría con su futura esposa, la cual desconocía porque no había ido por él.
Al subir al piso donde vivían, se sorprendió, pues al abrir, la mujer