Los días transcurrieron con una calma tensa. Celine trataba de mantener la rutina por el bien de Cassius, aunque por dentro estaba en un torbellino constante.
Bianca Gambino, la hermana de Demetrio, se había convertido en su sombra. Y aunque Austin le había prometido reunir pruebas antes de actuar, Celine no podía evitar sentir la urgencia de enfrentarse a esa mujer.
Era una tarde nublada, el cielo gris a punto de llover. Austin había salido temprano para atender negocios y calmar su mente. Celine se encontró en casa, preparando la merienda de Cassius, cuando escuchó el timbre.
Abrí la puerta y se encontró con Bianca. Llevaba gafas oscuras y una bufanda.
—Hola, Celine —dijo Bianca con una sonrisa fingida—. Supe lo que pasó con Cassius. Mi hermano me dijo. Vine en cuanto pude. Qué horror...
Celine mantuvo la mirada fría.
—Hola Bianca...¿Que te pasó en el brazo?
—Nada del otro mundo, solo tropecé algunos escalones y me torcí el brazo.
—Ya veo. Pasa.
La conducida a la sala. Cassius jugab