Emerson Writer
Tras la aparición de pruebas falsas sobre movimientos ilegales en las empresas Lancaster, le arrebataron sus bienes a la familia y metieron al dueño en prisión.
La caída del imperio Lancaster fué implacable y devastadora. Trazada con malicia por quien menos lo esperaban, un socio que pretendía ser bueno pero solo era un lobo disfrazado de cordero.
Mathilde Lancaster, la joven heredera, quedó sola tras la pérdida de ambos padres quienes no soportaron la horrible situación que los había arrasado como un huracán.
Lo único que ella quería era obtener pruebas de la inocencia de su padre para limpiar el apellido de su familia y recuperar la empresa que tanto sacrificio había costado hacer llegar a la cima, la cual Thomas Davenport había arrebatado y vuelto suya.
Ese hombre ocultaba una profunda obsesión por Mathilde, pero tras enterarse cuál era su objetivo, el objeto de su deseo se volvió tan solo una amenaza para todo lo que había conseguido y debía eliminarla.
Mathilde se vió acorralada por matones de Thomas mientras intentaba huir, cayendo al vacío pero despertando de golpe dándose cuenta que reencarnó años atrás.
Decidió que no sería la misma joven imprudente y débil del pasado. Si quería derribar a su enemigo lo mejor era hacerlo desde dentro, cambiando su apariencia y seduciéndolo para ganarse su confianza.
Aunque nunca pensó que la repentina aparición de un hijo biológico de Thomas fuera a volverse un tentador fallo en el plan en el que debía evitar caer. Lo que no parecía difícil, pues estaba cegada por su venganza.
Pero Brendan Davenport también tenía sus propios secretos, y uno de ellos tenía que ver con Mathilde.
Secretos, obsesiones, romance, venganza y traiciones en LA VENGANZA DE LA HEREDERA.