CAPÍTULO 7 — EL DÍA QUE MAURO SE ENTERAMauro Suárez jamás imaginó que el karma tuviera tan buena puntería.Hasta ese día, él creía haber ganado.Creía haber salido ileso, cómodo, victorioso.Se había separado de “una mujer común”, como él mismo decía cuando hablaba de Carolina con Sandy entre risas y caricias a escondidas.Una esposa aburrida, sacrificada, sin apellido rimbombante, sin contactos, sin fortuna.Una carga, según él.Había firmado el divorcio sin leer, convencido de que ella se iría con las manos vacías, tal como se lo había anunciado a Sandy:“Se va con lo puesto, vas a ver, yo me quedo con todo.”Pero Mauro siempre fue bueno mintiéndose a sí mismo.Ese mediodía, mientras almorzaba en el barcito de la esquina con Sandy —ella revolviendo una ensalada sin ganas y él mordiéndose la lengua por las cuotas impagas del auto que manejaba todavía y tenía que vender—, vio algo en el televisor del local que lo dejó inmóvil.El zócalo rojo de un noticiero.Una foto en grande.El ap
Leer más