No sabía en qué momento exacto empecé a sentir que ya no podía esperar más. Tal vez fue cuando vi a Alice dormida esa mañana, con una mano sobre su vientre que ya empezaba a mostrarse firme, redondo, fuerte… nuestra hija creciendo ahí dentro, reclamando su espacio en el mundo. Tal vez fue cuando noté cómo ella me miraba últimamente: con amor, sí… pero también con un miedo silencioso que intentaba ocultar.Ese miedo se lo había provocado yo. Por no pedirle antes lo que llevaba pensando desde mucho antes de todo el caos en nuestras vidas, Yo sabía que quería casarme con ella despues de aquel viaje a París, ese viaje donde quise saciar mis deseos más primitivos, pero ella con ese corazón gigante que yo no merecía. Me enamoro, Desde hace mucho lo supe,, sin embargo, lo había postergado por protegerla, por no darle más presión, por querer hacer las cosas perfectas.Ahora entendía que lo perfecto era tenerla conmigo. Lo demás… lo demás podía construirse.Cuando reuní a todos, la casa esta
Leer más