Han pasado tres días desde que nos mudamos a la nueva casa, y todavía me cuesta creer que este lugar sea nuestro. A veces camino por los pasillos en silencio solo para escuchar cómo suena el eco de una vida nueva formándose. La madera, el aroma a pintura fresca, los ventanales enormes… todo grita futuro. Nuestro futuro.
Hoy tuve que viajar a Washinton para una junta urgente en la galería. Durante el vuelo, lo único en lo que pude pensar fue en Alice. En cómo, a pesar de todo lo que hemos vivido, sigue manteniendo esa luz que me sostiene aun cuando no lo digo en voz alta.
Cuando finalmente salí de la reunión —con buenas noticias por fin— mi primer impulso fue llamarla. Pero quería decírselo mirándola a los ojos. Asi que regrese al aeropuerto para volver a casa.
Al llegar a casa encontré a Claire sentada en el sillón con una sonrisa peligrosa. Ese tipo de sonrisa que significa un plan. Un plan grande.
Asumí que me estaba esperando, pero no imaginé lo que se venía.
Escuché pasos suaves e