—Nora, siempre he tenido una curiosidad —dije en voz baja, mientras mis dedos acariciaban el rostro tranquilo de Nuriel. Él levantó la vista desde el vendaje que estaba ajustando en el brazo de la rubia. Su expresión era serena, casi clínica, pero sus ojos se suavizaron al oír mi tono. —¿Qué sucede? —preguntó, sin dejar de trabajar, concentrado en limpiar con precisión la herida. —¿Por qué Nuriel se interesó en mí? —solté de pronto, casi sin pensarlo. Sus movimientos se detuvieron. Levantó la mirada, y por un instante pareció no entender del todo lo que quería decirle. —Quiero decir… —intenté aclarar, algo nerviosa—. Entre tantas personas, ¿por qué justo yo?No tenía intenciones de menospreciarme pero, siendo honesta conmigo misma, era la única dentro del harem que carecía de propósito.Ezra le era útil a Nuriel, él le insistió para que trajeran a Rose con él, Angel
Ler mais