Mundo ficciónIniciar sesiónLa atmósfera se espesó, cargada de una electricidad que quemaba el aire entre nosotros.
Nuriel se acercó con esa brutal confianza que siempre mostraba cuando quería tomar el control. Sus brazos me atraparon, fuertes, apretándome contra su cuerpo. Sus manos no dudaron en recorrer mis caderas con un deseo tan palpable que me hizo temblar, un fuego voraz que se extendía por mi piel.Me mordió los labios con hambre, sedienta y desesperada, mezcla tóxica de necesidad y feroz ternura. Sus besos eran duros, marcando territorio, mientras sus dedos tiraban de mi cintura con urgencia animal, como si temiera perderme en un segundo.Los límites estallaron.Nuriel me devoró con pasión desbordada y luego su boca se lanzó hacia Nora, hundiéndose en un beso igual de salvaje y húmedo. Después fue Nora quien me reclamó, con un estilo más contenido, pero igual de feroz bajo su piel. Sus dedos suaves trazaban caminos por mi cuerpo que me arrancaban gemidos






