115. Reconexión
—Te he extrañado tanto... —El susurro roza mis labios un segundo antes de que su boca reclame la mía.Y entonces me besa.Mi cuerpo, que ha estado viviendo en modo de supervivencia finalmente exhala.Respondo al beso con todo el hambre que he estado reprimiendo bajo mi orgullo. Mis manos se enredan en su cabello, jalándolo suavemente, buscando anclarlo a mí.Cuando nos separamos por falta de aire, nuestras frentes se tocan. Respiramos el mismo oxígeno, en el mismo ritmo.—¿Estás segura? —pregunta Max—. ¿Estás segura de que esto es lo que quieres?La pregunta me golpea. El antiguo Max, el CEO arrogante, habría asumido que era un "sí" automático. Este Max, el hombre que ha ido a terapia, que ha deconstruido su ego y ha llorado su pérdida, necesita mi consentimiento verbal. Esa simple pregunta, cargada de respeto, me excita más que cualquier caricia experta.—Estoy segura —digo. Pongo mis manos sobre su pecho. Su corazón late desbocado contra mi palma—. Pero vamos despacio. Quiero sentir
Leer más