105. Veinte Minutos
La servilleta pesa como plomo en mi mano."Necesito hablar contigo. Terraza en 20 minutos. Por favor."La letra de Max es inconfundible. Esa forma particular de escribir las "t", el ángulo de sus "r". He visto esa caligrafía en tarjetas de aniversario, en notas de amor dejadas en mi almohada, en documentos de divorcio.Y ahora en una servilleta suplicando veinte minutos de mi tiempo.—Tienes que ir —dice Camila en voz baja, inclinándose hacia mí—. Tienes que escuchar lo que tiene que decir.—¿O tal vez debería irme a casa? —contrarresto—. Victoria acaba de dejarme muy claro dónde está parada. Y Max eligió irse con ella, no conmigo.—Lorena —Diego se inclina también, creando un pequeño círculo de conspiración en nuestra mesa—, el hombre acaba de arriesgarse a que Victoria lo descubra solo para pedirte que hables con él. Eso significa algo.Miro hacia la mesa de Max.Él ha vuelto del baño y está sentado junto a Victoria, quien le susurra algo al oído. Él asiente, sonríe educadamente, pe
Leer más