Valeria no le mostró el audio a Enzo.No esa noche. No cuando regresaron al hotel en silencio tenso. No cuando él le preguntó tres veces si estaba bien y ella respondió "solo cansada" las tres veces.Se acostaron en la misma cama pero separados por kilómetros de espacio emocional. Valeria fingió dormir mientras escuchaba la respiración irregular de Enzo que indicaba que él también fingía.A las tres de la mañana, se levantó. Fue al baño, cerró la puerta, y reprodujo el audio de nuevo.La voz de Enzo era inconfundible. Más joven, quizás, menos cansada. Pero él."Te amo, Alessandra. Quiero estar contigo abiertamente."Valeria cerró los ojos, sintiendo algo quebrarse en su pecho. No dramáticamente. Solo un chasquido silencioso de confianza rompiéndose.Cuando salió del baño, Enzo estaba despierto, sentado en la cama.—¿Vas a decirme qué está mal? —preguntó—. Y no digas que nada porque ambos sabemos que es mentira.Valeria le mostró el teléfono. El audio reproduciéndose en altavoz.Vio cóm
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