Nora soñó con sangre.Corría por el suelo de piedra, espesa y cálida, y manchaba sus pies descalzos mientras una figura se arrastraba hacia ella. Su padre. Su rostro estaba empapado en rojo, sus ojos llenos de un dolor que calaba hasta el alma.—¡Corre, Nora! ¡Corre! —gritó con una voz ahogada, mientras su cuerpo era arrastrado hacia la sombra.Ella intentó alcanzarlo, gritar su nombre, pero algo invisible la sujetaba, como raíces oscuras que brotaban del suelo y la ataban. Y justo cuando su padre desaparecía en la negrura...Despertó.El corazón le latía con fuerza. Un nudo le apretaba la garganta. Estaba sudando. Se incorporó de golpe, con la respiración entrecortada, los ojos desenfocados buscando alguna señal de que aquello no era real.La habitación era la misma. Su cuerpo, aún débil. La luna brillaba en lo alto, lanzando sombras pálidas por la ventana.Y allí, de pie junto al ventanal, estaba Leonardo.Vestía una camisa suelta, blanca, remangada hasta los codos. Su silueta era a
Leer más