Yestin se acerca a la ventana esperando ver algún auto salir, pero no cree que el señor De la Rua sea el único habitante de esta torre de marfil. Sube las escaleras regresando a su habitación, tomando su mochila y saliendo de nuevo, regresando hacia el elevador. Presiona el botón para que las puertas se abran. Entra en el interior. Presiona el código que había visto que Castiel puso. Para su buena suerte, sí es, y las puertas se cierran y el panel se enciende y ella presiona el botón del primer piso. Transcurren solo unos pocos minutos; el elevador se detiene en el primer piso. Se coloca el gorro de su abrigo y sale del elevador, viendo en todas direcciones, dándose cuenta de que la habitación está sola. Sale decidida, caminando con calma, sin verse extraña. Se aproxima hacia la salida. Nadie se ha dado cuenta de su presencia. Abre la puerta de cristal viendo el mundo de afuera. Las calles tan limpias, los edificios tan enormes y lujosos. Los árboles adornando las aceras. Todo le
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